23 de agosto de 2011

El Viaje Astral y el Primo Héctor Jiménez

El primo
El primo Héctor Jiménez ha tenido muchas experiencias extrañas, parte de ellas se deben a que (al parecer, por polémico que pueda ser) en otra vida fue un chamán (hombre santo que dirige una tribu mediante la magia, ver Wikipedia aquí) y cuyo karma (acción-reacción) generado entonces aún le persigue en esta vida al haber jugado con fuerzas no humanas.

A lo anterior se puede agregar que ha vivido en las faldas del enigmático Cerro de la Estrella, en la Cd. de México. Lugar mágico, recargado energéticamente desde eras ancestrales. Bendito y maldito donde los hubiera.


Cerro de la Estrella

En todo el Cerro, desde las faldas hasta la punta hay decenas de historias, algunas incluso macabras. Ciertamente es un imán para actividades “paranormales” (en realidad no existe nada paranormal, TODO es NORMAL, todo es natural, todo es naturaleza, a veces naturaleza física, otras veces es naturaleza mental y otras naturaleza emocional o combinaciones de ellas).

Este cerro está “rodeado” por 3 grandes avenidas: Av. Tláhuac al oriente y sur, Av. Ermita Iztapalapa al norte, y Anillo Periférico (Canal de Garay) al poniente.

Patio trasero del Museo Ex-Convento de
San Francisco Culhuacán.
(En realidad en el pasado fue
 una nave techada con madera)
Cuenta con el Museo del Fuego Nuevo, el Museo del Ex-Convento de San Francisco Culhuacán y antiguo atracadero prehispánico de chalupas, varios tianguis,  el Metro “Cerro de la Estrella” (Línea 8), bosque (con paseos, senderismo), mirador, ruinas arqueológicas, cuevas y grutas  (a donde actualmente ya no se puede pasar pues ocurrían MUCHOS accidentes), vean el enlace muy serio y profesional de espeleología y arqueología del Cerro, un panteón civil muy grande (ahí están enterrados algunos abuelos y mi papá), colonias de vivienda consolidada, conjuntos habitacionales y vivienda ”irregular” (término que designa más la tenencia ilegal de la tierra que la forma física de la vivienda, que en este caso coincide por ser de materiales de baja calidad –madera, ladrillos y tabiques sin acabados, sin servicios de agua y/o drenaje, sin diseño arquitectónico, etc.-).


El domicilio de los Primos

La colonia donde vivió el Primo Héctor es Culhuacán, que se ubica en el entronque en forma de “T” de la Av. Tasqueña con la Av. Tláhuac. 

No pongo las calles específicas, pero baste saber que esttá a una cuadra larga del mercado regional y a 3 o 4 del muy bonito museo de sitio, el Exconvento de Culhuacán (que incluye,además de lo que señalé en párrafos anteriores, manantial), las ruinas de un molino colonial, algunos corredores comerciales semi-especializados y consolidados de mediana intensidad, etc.

Más hacia el interior predominan los callejones y callejuelas estrechas, en forma de laberinto (en urbanística les llamamos “de forma orgánica”).

Imagínense la casa: casi al final de un callejón,  vivienda legal y ya consolidada, dos niveles (planta baja más 1r piso) con un desnivel en el frente de la casa, una reja que a nivel de patio es muy baja (pero a desnivel con la calle queda alta, por eso no se puede saltar hacia dentro) por la cual puedes asomar la cabeza y ver el resto de la cuadra.

Lo Espectral

El Primo Héctor dormía, lo corriente. Pero en su sueño se levantaba de la cama y se dirigía a la puerta de la habitación. Todo esto normal, claro que en la penumbra de la habitación, pero sin novedad… hasta que volteó a su cama.

Ahí seguía su cuerpo físico. Estaba “viajando” en cuerpo astral, uno de los 7 cuerpos que nos conforman a los humanos (para más información pueden leerse el libro “Morir y después…¿qué pasa?” Del Dr. George W. Meek !!Librazo¡¡ Este y otras portadas de libros de investigación semejante: aquí).

Esto le ha ocurrido espontáneamente  muchas veces en su vida así que cuando le pasa lo toma de manera natural (y yo les recuerdo que así debe ser: es NORMAL, nada más que estamos en una cultura atolondrada, oscurantista y/o malévola que no lo desarrolla).

Deambuló por el resto de la casa, paseándose, y terminó saliendo al patio frontal, lo recorrió y llegó a la reja de la fachada, sacó la cabeza y al voltear hacia el final del callejón vio una figura espectral: Un ser alargado, encapuchado y con túnica. Las manos unidas por las palmas y a la altura de la barbilla (alguien más ridículo que yo hubiera dicho “como rezando”, no hay modo de suponer esto último). La sombra de la capucha impedía ver simultáneamente la cara y las manos.

La aparición de este tipo de “monjes” espectrales o “sombras” es muy común en la literatura disque “esotérica”, mágica y anexas. También es común ver estos espectros en la Cd. de México, e incluso se eleva la frecuencia en las colonias en derredor del Cerro de la Estrella.

La visión duró pocos segundos (ni medio minuto), principalmente porque le entró miedo al primo Héctor (aunque, con honestidad, ¿a quién no?). Para él era la personificación de “la muerte”.
Regresó sobre sus pasos hasta su habitación.

Yo soy escéptico de que este “señor” encapuchado tenga nada que ver con la muerte.
Para mí la muerte es un estado diferente de la vida como se establece en el Budismo: la vida es una suma de circunstancias (físicas, mentales y emocionales) y al faltar algunas de ellas, al NUEVO ESTADO le llamamos coloquialmente “muerte”. Como se puede ver es una cuestión abstracta, mental, y no una señora o señor con traje negro que viene a “llevarte”. 

Así se lo dije al primo: “Primo, en todo el mundo en ese preciso instante debieron existir cientos o miles de personas muriendo, como para que ‘la muerte’ haya estado parada en tu callejón. Y si estaba ahí, entonces ¿quién estaba haciendo el trabajo de los demás que se estaban muriendo?”.

Pero el Primo Héctor ya estaba aferrado a su fantasiosa idea y así se quedó, pues me dijo: “Pensé: ‘Qué tal si venía por alguien y por atravesarme me llevaba a mi’”. (Idea que en su opinión fue corroborada pues en esos días moriría un niño vecino)

 Aunque, en este caso en específico, a mí me parecen sucesos o fenómenos sin conexión, es totalmente cierto que vienen seres oscuros a vampirizar al cuerpo físico moribundo así como sus otras energías y cuerpos; incluso nosotros los humanos también lo hacemos casi cotidianamente o de manera natural,  por ejemplo: cuando vemos a un motociclista accidentado, pues nos arremolinamos en su derredor, lo llamamos morbo, pero en el fondo tenemos este instinto maligno de vampirizar y lo ejercemos.

Mundo Astral

El viaje astral, mejor dicho el mundo astral, aunque es un circunstancia NATURAL, es visto por las culturas (que han sido parasitadas por los diversos dioses que NO quieren que crezcamos ni nos desarrollemos) como algo “malo”. No lo es, o por lo menos no debería.

Puede ser “malo” porque los dioses “amorosos” usan esta dimensión (que no les pertenece ni generaron –aunque así nos quisieran hacer creer-) para implantar impedimentos. Les es más fácil manipular esta dimensión que el plano físico en el que estamos los humanos de cotidiano. Menciono 3 trampas en específico:

  1. LOS PASEADORES DE LAS DIMENSIONES DE LA MENTE, coloquialmente les conocemos como: bodhisattvas, dakas (masculinos), Dakinis (femeninos), ángeles, demonios, musas, arpías, jinas, fantasmas, espectros, "voces",  incluso algunos se pueden disfrazar de nuestros seres queridos difuntos, etc., etc. (más información con este autor: Salvador Freixedo, lean algo de él antes de terminar esta página, por favor: enlace a 3 librazos de él.). Estos “dioses” dentro de su PERVERSIDAD y MORBO, han generado a todos estos seres “fantasmales” o “espectrales”, así como un perro genera pulgas. Han sido puestos ahí, en la dimensión de la materia mental, por las fuerzas que NO DESEAN QUE NOS ILUMINEMOS o que nos desarrollemos espiritualmente.
    • Según sea el carácter y cultura del individuo adquieren una forma ya sea atractiva o espeluznante (IMPORTANTE RECORDAR: un ángel y un demonio son lo mismo, una sola cosa, de un mismo material, que se disfraza para la ocasión) pero la misma función: desviar al humano que ha empezado a vibrar de manera que puede avanzar en su desarrollo espiritual. Lo desvían asustándolo (con forma de extraterrestre gris, fantasma, sombra, poltergeist, espectro u otro) o lo atraen a otras fuentes (en forma de seres de “luz”, extraterrestres nórdicos, maestros “espirituales”, etc.) que también son valiosas pero que bien vistas son inferiores al VERDADERO MUNDO ESPIRITUAL.
    • Cuando se encuentren estos seres, una de las mejores maneras de tratarlos es NO PONIÉNDOLES ATENCIÓN. No cederles nuestra mente.
    • Otra es recordando que NO TIENEN SUSTANCIA POR SÍ MISMOS, se deben a su “dios”, mientras que nosotros (los humanos) somos realmente libres, por eso intrínsecamente nos tienen más miedo a nosotros que nosotros a ellos. En esencia son pura ilusión, y hay que pasar por encima de la ilusión (pero cuidado porque las ilusiones también pueden dañar seriamente).
    • Si todo lo anterior falla se les “ataca” con el Amor Universal, la Infinita Unión con Todo (claro que es tan grande el oscurantismo que lo más probable es que no sepas de qué estoy hablando, en Budismo “Metta Bhavana”). Dice un dicho antiguo y sabio: “el infierno no conoce mayor furia que la de un pacifista”.
  2. LA CONSTRUCCIÓN DE LABERINTOS. No es necesario que estos seres espectrales se descubran ante el individuo, pueden perderlo con el simple hecho de hacer placentero o atractivo su viaje astral, el entorno (si te fijas bien es lo que está pasando con nuestro actual mundo físico: nos lo están haciendo tan saturadamente “agradable” a los sentidos para que los humanos ya NO deseemos irnos de aquí hacia nuestro destino espiritual). De esta manera la persona olvida que la Tierra es un plano de tránsito para ir hacia dimensiones superiores y realmente espirituales. Por eso son discutibles los planteamientos ideológicos que ponen “el paraíso” en este Plantea Físico (tampoco hay que hacerlo un infierno pero ¡no nos confundamos!). En su malignidad te hacen creer que no hay más a donde ir, para que te quedes aquí, dando vueltas y vueltas y vueltas. Un laberinto (léanse el libro “La Granja Humana”, también de S. Freixedo). Lo cierto es que EL PLANETA TIERRA ES UN LUGAR DE TRÁNSITO Y PARA EL APRENDIZAJE, es una escuela, al acreditar el curso satisfactoriamente te vas a tu casa con tu boleta de calificaciones y según sean éstas, así integras la dimensión siguiente (Karma). Claro que a veces tienes que re-probar el curso. En cualquier caso: no te quedas a “vivir” en la “escuela”. (En la historia del Primo Héctor, para motivos prácticos, el plano astral es lo mismo: es un lugar de tránsito y para aprender.)
  3. EL EGREGOR. Un conglomerado específico de energías (del plano astral) compartidas por un colectivo humano. 
    • Todo egregor es una "Entidad vigilante". 
    • Un egregor surge siempre de un colectivo donde los colectivos humanos (dos o más personas), consciente o inconscientemente, vierten su INTENCIÓN, ATENCIÓN y EMOCIONES sobre determinados intereses. 
    • El alcance y el poder de un egregor es directamente proporcional a la cantidad de personas que lo crean y sostienen con sus emociones y su atención. (pueden incluso abarcar a la población mundial)
    • Es una entidad inteligente: puede aprender y perfeccionarse.
    • Puede combatir aquello que amenace su supervivencia y la de sus creadores.
    • El egregor puede manifestarse como una POSESIÓN debido al alto grado de identificación con el grupo o causa. 
Error, Temor y cómo empezar a erradicarlos

El Primo Héctor tiene el instinto de que los seres que moran en el plano astral se alimentan de emociones pasionales (son numerosas: enojo, dolor físico, dolor mental, dolor espiritual, tristeza, sexo, agonía, etc.). El pequeño error es creer que ahí se detiene el vampirismo. La verdad es que también se alimentan del ámbito mental (en donde no hay emociones), o en el último de los casos inciden en ti desde este ámbito para generarte las ideas detonantes de las emociones álgidas.

Mientras das vueltas y vueltas y vueltas, te vampirizan tus emociones e ideas, e incluso tu cuerpo (como ejemplo específico de esto último se me ocurren las peregrinaciones). 

Sin lugar a dudas hay perversidad.

Por ello para pasar de través el plano astral y otros no físicos, se debe hacer con una de las siguientes maneras:
  • Sin pensamientos, sin emociones, ni voliciones. Pero de veras ninguno. (Esta facultad humana de progreso absoluto no la entienden esos seres no físicos, y por lo tanto no le temen, además de que no tienen forma de impedirla). Para esto son las meditaciones budistas Vipassana.   
  • Con pensamientos y emociones en perfecto equilibrio. Es como el saltimbanqui en un cable. Este equilibrio perfecto entre razón y emoción se llama ESPIRITUALIDAD. (esta facultad no la poseen esos seres no físicos, pero sí la entienden  pues la ven desde su plataforma mental-racional, y por lo tanto la envidian y temen de la raza humana).

Hasta aquí diversos tipos de perversidad, todos atribuibles a elementos fuera del individuo. Pero queda una perversidad aún mayor, ésta atribuible a nosotros mismos: que les consintamos sus perversidades.


Post Data: existen otras historias truculentas del Primo Héctor por un lado y del Cerro de la Estrella por el otro, las iré poniendo muy después… y por mientras, para cambiar radicalmente el ritmo de este escrito les dejo un video casero: mi hermano Gerardo y el primo Héctor, en la casa, noviembre de 2008.


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